LA MINIFALDA DE CÉSAR ACUÑA
"Una raza distinta... una raza que no se rinde...y yo soy uno de ellos..". Seguramente no seré el único hastiado con la egocéntrica propaganda que el Sr. César Acuña hace para promocionar la Universidad César Vallejo (UCV). Dejando de lado el pésimo gusto que es presentar una institución disque académica con una analogía a su imagen personal, no pude dejar pasar por alto un detalle más revelador: De las Universidades que tienen Facultades de Medicina en el Perú, la UCV es una de las que más invierte en publicidad y , a la vez, es la peor. La peor de todas.
Si ha habido algo constante en los exámenes Nacionales de Medicina para Internos (ENAM) es que a la UCV nadie le quita el último lugar. Lo otro más o menos constante es que la Universidad Cayetano Heredia usualmente queda primera. Es notable también que Cayetano prácticamente no invierte en Publicidad. Definitivamente no como lo hace la UCV. ¿Por qué? Porque no la necesita.
Una minifalda muy corta es como la publicidad de la UCV.
Una chica con una miniflada demasiado breve definitivamente no la usa por comodidad. Tampoco por moda, la moda es un simple medio para atraer la atención. Y alguien con tanta necesidad de atención sólo revela algo: Para ella su propio valor lo asignan las demás personas. Necesita sentirse al menos mirada. En el fondo no está segura de cuánto vale o peor, al igual que el Sr. Acuña, sabe que tiene poco qué ofrecer. Por el otro lado, una chica cuyo valor está en su propia cabeza y no depende del aplauso ajeno es como Cayetano: sabe lo que vale y no necesita venderse demasiado. Los mejores postulantes vendrán a ella de todos lugares sin siquiera tener que llamar su atención. No necesita mostrar más de la cuenta. La pobre primera chica, sí: El sentirse mirada es finalmente un trágico sustituto del sentirse amada. Ella es la UCV.
La minifalda de César Acuña , junto con su confianza en la UCV, son pues, cortísimas.
Y cuando la propaganda es tanta que abruma, venga de una Facultad de Medicina o de unas ropas livianas, es mejor desconfiar.
- coautoría con E.V.F.R-
"Una raza distinta... una raza que no se rinde...y yo soy uno de ellos..". Seguramente no seré el único hastiado con la egocéntrica propaganda que el Sr. César Acuña hace para promocionar la Universidad César Vallejo (UCV). Dejando de lado el pésimo gusto que es presentar una institución disque académica con una analogía a su imagen personal, no pude dejar pasar por alto un detalle más revelador: De las Universidades que tienen Facultades de Medicina en el Perú, la UCV es una de las que más invierte en publicidad y , a la vez, es la peor. La peor de todas.
Si ha habido algo constante en los exámenes Nacionales de Medicina para Internos (ENAM) es que a la UCV nadie le quita el último lugar. Lo otro más o menos constante es que la Universidad Cayetano Heredia usualmente queda primera. Es notable también que Cayetano prácticamente no invierte en Publicidad. Definitivamente no como lo hace la UCV. ¿Por qué? Porque no la necesita.
Una minifalda muy corta es como la publicidad de la UCV.
Una chica con una miniflada demasiado breve definitivamente no la usa por comodidad. Tampoco por moda, la moda es un simple medio para atraer la atención. Y alguien con tanta necesidad de atención sólo revela algo: Para ella su propio valor lo asignan las demás personas. Necesita sentirse al menos mirada. En el fondo no está segura de cuánto vale o peor, al igual que el Sr. Acuña, sabe que tiene poco qué ofrecer. Por el otro lado, una chica cuyo valor está en su propia cabeza y no depende del aplauso ajeno es como Cayetano: sabe lo que vale y no necesita venderse demasiado. Los mejores postulantes vendrán a ella de todos lugares sin siquiera tener que llamar su atención. No necesita mostrar más de la cuenta. La pobre primera chica, sí: El sentirse mirada es finalmente un trágico sustituto del sentirse amada. Ella es la UCV.
La minifalda de César Acuña , junto con su confianza en la UCV, son pues, cortísimas.
Y cuando la propaganda es tanta que abruma, venga de una Facultad de Medicina o de unas ropas livianas, es mejor desconfiar.
- coautoría con E.V.F.R-